¿Miras o ves? Catedral de La Laguna

 Historia del Arte (2º Bachillerato K)

Normalmente solemos pasear por lugares de gran encanto que no apreciamos. Lugares que tienen una historia que contar, una historia que desconocemos a pesar de que los frecuentamos constantemente. ¿Cuántas veces has pasado por delante y no te has parado a observarlos? Seguramente habrás visto alguno de ellos, pero... ¿es lo mismo ver que mirar?

Habitualmente caminamos por el casco histórico de La Laguna, sin apreciar toda la belleza que nos rodea. Desde el plano urbano, pasando por las “joyitas” arquitectónicas que esconde la ciudad.

Un ejemplo podría ser la Catedral de La Laguna. Catedral viene del griego y significa “silla”. Catedrático significa “el que puede sentarse”. Era el sitio donde el obispo “puede sentarse”, por lo tanto, la sede del obispo.

Nuestra Catedral es un edificio ecléctico. Por dentro, neogótico, con sus tres naves, bóvedas de crucería, coro, capillas laterales y una girola donde se encuentra la tumba del Adelantado Fernández de Lugo. Por fuera neoclásica, con un cuerpo central de columnas que dan paso al pórtico, rematado por un frontón triangular y dos torres campanarios laterales que la hacen muy parecida a la de Pamplona, de la que dicen fue copia.

En su interior se encuentra el gran retablo del Barroco tardío (primera mitad s. XVIII) cuyas siete tablas al óleo se atribuyen al flamenco Van Balen. También la imaginería canaria tiene su representación en el Crucificado del tinerfeño Fernando Estévez.

Como toda catedral que se precie, tiene una plaza, que ha sido el lugar de encuentro de muchas generaciones.