Por Sergio González (1º Bachillerato G)
Este año ha sido para mí uno de los más diferentes que he tenido hasta ahora. El motivo es el cambio del colegio al instituto tras 13 largos años. Cuando acabé la ESO, me di cuenta de que había cerrado una etapa en mi vida, y que una nueva estaba a punto de empezar. Tenía claro que era lo que quería hacer: Bachillerato de Ciencias Sociales y Humanidades.
Días después de llegar de viaje, presenté la matrícula en la Secretaría del Viera. Cuando me estaba matriculando, pude ver el interior del instituto por el que tantas veces pasaba con el coche y donde iba a estudiar durante mi etapa de Bachillerato.
Ya un día antes de tener la presentación, estaba con muchísimos nervios por los acontecimientos que iban a pasar al día siguiente. Y esos nervios continuaron en cuanto entré al aula 2.3, donde vi las caras de mis nuevos compañeros/as, con los que pasaré un curso entero. Los días que vinieron después fueron para conocer a mis nuevos profesores y profesoras, la búsqueda de las aulas, que hizo que recorriese más de un pasillo. Pero lo más importante fue darme cuenta de que algo nuevo estaba empezando.
Ahora mismo sé que puedo decir que me siento muy bien, porque a pesar de estar con los exámenes de los primeros temas y con tareas, conozco más a mis profesores y a mis compañeros de clase, con los que estoy seguro que me llevaré genial durante este curso.
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