Rosa Alonso Orihuela (profesora del Departamento de Geografía e Historia)
A los alumnos de 2º de bachillerato
“Me gustan los estudiantes, porque levantan el pecho cuando les dicen harina, sabiendo que es afrecho, por ser aves libertarias, que no se asustan ni de animal, ni policía, ni de balas, ni de jauría, porque marchan sobre las ruinas con las banderas en alto.
Mercedes Sosa, cantaba en los 70 los versos con los que acabo de empezar estas palabras de despedida que no quieren serlo del todo. En ellos se resume bellamente, lo que significa para mí ser ESTUDIANTE.
Llegó el momento de iniciar el camino, el que cada uno elija, teniendo en cuenta sus carencias, aptitudes y objetivos, sin volver la vista atrás, solo para coger el impulso que los lleve hacia adelante. Pero, ese camino “que solo se hace al andar...” no es una línea recta, como dicen mis compañeros de Matemáticas; el camino de la vida es un zigzagueo constante, en el que hay que aprender a surfear. El hombre se construye sobre tres verbos: SER, ESTAR Y HACER, acompañados de uno más, SABER. El conocimiento es la base de este proceloso mar en el que cada día surfeamos y al que llamamos vida, por eso debemos ser eternamente estudiantes, siempre aprendiendo, siempre alerta, ser valientes, con una pregunta dispuesta, en duda, ya que solo ellas, las preguntas y las dudas nos hacen avanzar y edificarnos, SIENDO, ESTANDO Y HACIENDO.
Empezamos nuestra andadura, in ilore tempore, por septiembre del Año de Nuestro Señor de 2020, que se recordará en los Anales de la Historia con el triste nombre del “año de la pandemia”. Algunos de ustedes pensaron, “esto no va a durar nada, en octubre de nuevo confinados”. En sus cabezas la ecuación era fácil, “confinamiento + cuatro trabajitos de nada copiados de internet + me conecto en pijama + apago la cámara, mientras juego, igual a “aprobadete” en mayo y a otra cosa mariposa”. Pero mi querida muchachada, el que mueve los hilos, llámese sino, hado o simplemente dios, les ha jugado una mala pasada. El virus no ha podido con la escuela y han tenido que esforzarse y mucho para llegar sanos, aunque no sé si tan salvos, a mayo, algunos aprobados por los pelos después de pescar y repescar muuuuuucho.
Máxima de todos los años, “Señores, las Historias de las Españas es la asignatura más difícil de este curso...” y así, trastabillando, seguimos las huellas de Miguelón en la sima de Atapuerca; dentro de unas sandalias romanas fuimos al teatro en Emérita Augusta, para escuchar las comedias de Plauto; Abderraman III con su babuchas, nos permitió conocer a Averroes en su magnífica biblioteca de Medina Azahara; hicimos trato con el judío que empeñó las joyas de Isabelita, “la Católica”, con las que compramos La Pinta, La Niña y La Santa María. Ayudamos a Jovellanos, hombre ilustrado y paciente, con la reforma agraria ante Carlos III, y con Manuela Malasaña le dimos buena caña al francés en la Puerta del Sol, posando para el selfie que “el genio aragonés” inmortalizaba con sus pinceles y que fue subido al Instagram de la Historia con el título del “2 de Mayo”. En el Teatro de Isla León, redactamos una de las más bellas constituciones de nuestra historia. ¡En fin! Entre que ustedes no se acordaban de lo que habían dado en la ESO y yo que intentaba que aprendieran que la historia no es un rollo, creamos una especie de película de los hermanos Marx, a tres fotogramas por semana, con D. Antonio, no Banderas, sino Cánovas del Castillo por medio, una república unitariafederalconfederada (todo junto), dos dictaduras... cuando ya en mayo, deprisa y a duras penas, llegamos a la Transición y un Rey convierte a un ex director de TVE en el primer presidente de la nueva democracia. Los días del curso pasaron rápidamente y al final no pudimos realizar análisis sintáctico de la frase de Mariano: “España es una gran nación y los españoles son muy españoles y mucho españoles”. ¡Mirando hacia atrás y a pesar de todo, sí que lo somos, Sr. Rajoy, sí que los somos!
Además han sido auténticos profesionales en estudiar en clase de Historia que “las proposiciones matemáticas, en cuanto tienen que ver con la realidad, no son ciertas; y en cuanto que son ciertas, no tienen nada que ver con la realidad”, en Inglés que “sería muy triste ser un átomo en el universo sin los físicos y un físico es la forma de un átomo de saber que hay átomos”, y en Lengua que “ la sublevación franquista comienza con el sublevamiento de Franco y de otros militares; España queda dividida así en dos: por una parte se hallaba la España azul (la de Franco) llamada así por la indumentaria que llevaban y la España roja, donde todos eran demonios con rabo y todo. ¡En fin!
Pero hoy ya no son los pipiolos de ayer, son los jóvenes del mañana y DEBEN, con mayúsculas y en imperativo, atarse bien las ligas de sus zapatos y echar a andar por sendas que les conviertan, primero, en ciudadanos críticos, pensantes y autónomos, que ejerzan sus derechos y cumplan con sus deberes y, segundo, en los profesionales que el país necesita en un futuro cercano e incierto, pero no por eso menos interesante.
¡Plántense! con los pies firmes, bien asentados en el suelo, para decir en voz alta y fuerte al cantamañanas de turno, “SOY JOVEN, PERO NO IMBÉCIL”. Háganle un buen corte de mangas a los farsantes que les digan, “disfruta el momento, que la vida es diversión y estás aquí con el único objetivo de ser libre y feliz a toda costa y cueste lo que cueste”, con esa felicidad vacua y absurda de los idiotas y esa libertad individual y egoísta que predican algunos. Uno, la vida no es divertida, la vida es una lucha, “es un deporte de hooligans” que debe ser jugado con reglas de caballeros, con momentos únicos y brillantes, y dos, la felicidad es una búsqueda, no un estado permanente, ni un derecho adquirido.
¡Álcense! contra la frivolidad y la manipulación de la índole que sea. Recuerden que no existe un gen del espíritu humano. ¡El espíritu es indomable! Somos individuos libres por lo tanto responsables. ¡Demuéstrenlo! Conviértanse en guerreros y construyan barricadas contra la inequidad, la ignorancia, la injusticia y el abuso, aprendan a luchar contra esas lacras, sean cautos y, en esencia, buenos. Dejen el alma y el pensamiento abiertos, libres de prejuicios, impolutos para albergar la tolerancia, la solidaridad y el respeto a las libertades que les hemos legado, trilogía sobre la que tienen que sostenerse a sí mismos.
No pasen por la vida de puntillas, con mediocridad, sin dejar huellas; sean Ícaros brillantes volando hacia el sol de sus sueños. Me da igual que escojan stilettos de 10 cms, botas de obreros, escarpines, alpargatas, zapatos de suela gruesa o de ejecutivos, lo importante es surfear, “hacer camino” y para ello deben poner todas sus cualidades, las intelectuales y las humanas al límite, ser los mejores dentro de sus posibilidades realizando aquello que mejor sepan hacer.
En ustedes he querido sentar las bases, el germen y las herramientas para comerse el mundo. ¡Por favor! No dejen que el mundo los devore en un torbellino absurdo y surrealista de consumismo, estupidez y podredumbre humana.
Para terminar recordarles que la utopía y los sueños siempre están en el horizonte, pero, como dice Eduardo Galeano, "camino dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos, el horizonte se aleja diez más. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? La utopía, mi querida muchachada, sirve para caminar.”
¡BUENA SUERTE Y QUE LA PROVIDENCIA LOS BENDIGA!
IES VIERA Y CLAVIJO, 21 DE MAYO DE 2021