martes, 5 de febrero de 2019

El machismo en literatura juvenil I

Por Iris Paz García (1º Bachillerato F) y Tayanni Maillard (1º Bachillerato H)


Hoy en día la literatura juvenil está emergiendo y volviéndose cada vez más popular entre sus lectores (jóvenes de entre 12 y 24 años) con cada año que pasa, inculcando a millones de chicos y chicas el hábito de la lectura, algo que se puede considerar un gran mérito.
Y si bien es verdad que muchos autores han conseguido con sus obras inspirar a los jóvenes y darles buenas enseñanzas, muchos otros han hecho todo lo contrario, haciendo que sus lectores vean comportamientos nocivos e intolerantes como algo normal y perfectamente aceptable, como en el caso del machismo, tema que nos ocupará este artículo el día de hoy.
Esto no ocurre en la mayor parte de las novelas de este género (como era de esperar, gracias a Dios) pero muchos autores y autoras han dedicado sus habilidades en la escritura para reflejar estos hábitos tóxicos y normalizarlos.
Ese es, sin duda, el problema al que nos enfrentamos: la normalización de una situación que sufren millones de mujeres en el mundo y que conlleva una denigración del género que en pleno siglo XXI no podemos tolerar.
Queremos fijar hoy nuestra atención en un ejemplo particular que refleja a la perfección aquello de lo que nosotras (y esperemos que ustedes como lectores también) queremos erradicar y exterminar.
Es el caso de la novela After de la escritora Anna Todd, que nos cuenta la historia de una joven muchacha universitaria la cual lleva una vida tranquila, o al menos hasta que conoce a Hardin, un chico abusivo y controlador con quien comienza una relación tóxica en todo el esplendor de la palabra.
Pero ese no es del todo el problema de la novela. Tú, como escritor estás en tu derecho de reflejar este tipo de comportamientos sociales siempre y cuando especifiques que esto, simplemente, no está bien.
Los escritores como Anna Todd, que romantizan e intentan justificar todo esto, no tienen cabida dentro del mundo de la literatura juvenil, que tantas alegrías nos trae a los lectores si no fuera por cosas como After.
Desde el comienzo de la relación entre ellos, Hardin (el protagonista masculino) muestra una actitud dominante y posesiva con Tessa, quien se supone que es su pareja a la cual debería respetar. A medida que avanzamos a lo largo de estos largos y tediosos libros todo esto se incrementa hasta llegar a un punto sin retorno donde tenemos a una chica amenazada, humilla y controlada hasta la saciedad por un hombre sin escrúpulos que la trata como le viene en gana.

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